domingo, 15 de marzo de 2015

LAS AVENTURAS BAJO TIERRA DE MICHEL SIFFRE
SU HISTORIA
Con el motivo de descubrir los ritmos naturales de la vida humana y los efectos de una alteración más allá del tiempo, en 1962 un espeleólogo francés llamado Michel Siffre pasó dos meses en completo aislamiento en una cueva subterránea.
Dos meses en el abismo de Scarrasson al sur de los Alpes con tan sólo víveres suficientes para sobrevivir. Sin acceso a un reloj o calendario. Dormir y comer cuando el cuerpo se lo pidiera. Su elaborado trabajo ayudó a fundar el campo de la crono biología.
En 1961 descubrió el glaciar subterráneo en los Alpes a unos setenta kilómetros de Niza, en un primer momento, su idea era preparar una expedición biológica y pasar unos 15 días estudiando el glaciar. No fueron suficientes por lo que decidió quedarse dos meses y practicar una idea que le rondaba su cabeza. “Vivir como un animal en la oscuridad sin saber la hora”. Después de 61 días salió a la superficie.

Estos experimentos temporales de aislamiento ya se remontan bastante tiempo. Ya en 1938, Nathaniel Kleitman y su colega Bruce Richardson, pasaron 32 días en una cueva en el estado de Kentucky,(USA), privados de todos los medios de señales de tiempo.
*No contento con la experiencia,durante el período entre 1962 y 1972, hizo más de 150 experimentos de aislamiento en un búnker subterráneo artificial, pero fueron experimentos a corto plazo, con una duración de sólo alrededor de un mes.

En 1972 volvió a una cueva en Texas para permanecer por un periodo de seis meses. En lugar de estudiar las cuevas terminó estudiando el tiempo. Sin saberlo había creado el campo de la crono-biología.
Durante su primera instancia las temperaturas fueron inferiores al punto de congelación con una humedad de un 98%. Sus pies siempre estaban húmedos y la temperatura corporal de su cuerpo por debajo de 34º. Sus pasatiempos: la lectura, la escritura y la investigación de la cueva.
Dos pruebas fueron realizadas por investigadores llegados desde el exterior cuando eran solicitados por Siffre. En primer lugar pruebas del ritmo cardíaco y psicológica. Tubo que contar del 1 al 120, a razón de un dígito por segundo. En esta prueba hubo un descubrimiento: Se tomo cinco minutos para contar hasta el 120, una experiencia real de cinco minutos que para él fueron dos.
Un total de 205 días permaneció en la Cueva de Medianoche en estrecha colaboración científica con el Centro Espacial Lyndon Jonhson de Houston.”Mi cerebro está haciendo correcciones automáticas, hemos hecho una gran contribución real a la crono-biología, el estudio de los ritmos humanos fuera del tiempo y el sueño.
Pero no contento con su segunda experiencia, el 30 de noviembre de 1999, Michel Siffre, ya con 60 años decidió una nueva aventura. Instalarse fuera del tiempo en la cueva Clamouse. Una finalidad de someterse de nuevo a una experiencia y una amplia gama de pruebas a mayor edad y utilizando las últimas tecnologías.
Todos los indicadores de salud fueron seguidos directamente desde la superficie a través de un sistema informático desarrollado por la empresa Thomson. Un sistema capaz de estudiar la influencia del envejecimiento en las respuestas del cuerpo sin hacer referencia al tiempo. Salió fuera de la cueva de Clamouse el 14 de febrero del 2000.

“Cuando uno está rodeado por la noche, con tan sólo una bombilla de luz, la memoria no captura el momento. Se le olvida. Después de uno o dos días, uno no recuerda lo que ha hecho un día antes. Además de eso todo es totalmente negro. Es como un largo día interminable.FIN

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